Ya todos nos hemos enterado de la triste noticia hace un par de semanas, Asà que pensé compartir con ustedes algo que me llego de Penguin Random House y que logro sacarme una sonrisa.
Pensaba subirlo mucho antes, pero últimamente ando algo complicada y todavÃa no logro equilibrar mis horarios.
A continuación les dejo el email tal cual me llego:
Buenos Aires, 17 de abril de 2014
Queridos amigos:
Es muy triste compartir con ustedes la noticia de la muerte de Gabriel GarcÃa Márquez.
Como saben, su relación con nuestra editorial no sólo ha sido histórica sino particularmente entrañable, desde que en 1967 Sudamericana publicara en Buenos Aires la primera edición de Cien años de soledad. Desde entonces, hemos tenido el honor y el placer de publicar junto a él más de diez libros de ficción que capturaron y ayudaron a formar el imaginario de todo un continente, una obra periodÃstica de una calidad literaria y un valor intelectual extraordinarios, y un volumen de memorias en las que él mismo revisó con humor y agudeza los primeros años de vida de un Premio Nobel de Literatura que se seguÃa considerando “uno más de los dieciséis hijos del telegrafista de Aracataca”.
Hoy, GarcÃa Márquez ha muerto. TenÃa 87 años y murió junto a la mujer que amaba. Muchos de quienes trabajamos en nuestra editorial lo conocimos, y hace dos años tuve el privilegio de visitarlo en su casa de México DF y pude comprobar que su amor por Argentina, paÃs desde donde habÃa sido lanzado al mundo, seguÃa intacto. Todos, seguiremos siendo los orgullosos editores de su obra, a la que cuidaremos como uno de los tesoros que hacen de este oficio un privilegio.
Como modesto homenaje, compartimos con ustedes la carta que envió al editor Paco Porrúa, en aquel entonces editor y asesor literario de Sudamericana, y que sellarÃa la relación profesional y de amistad que nos mantiene unidos a él y a su obra desde entonces.
Cordialmente,
Javier López Llovet
Director General
Tenia mis dudas sobre si podrÃa subir esto o no, y por unos minutos pensé no publicarlo, pero querÃa que todas/os tuvieran la oportunidad de leer la carta y, ademas, siempre puedo eliminar la entrada si es que no debÃa hacerlo jajaja
Pensaba subirlo mucho antes, pero últimamente ando algo complicada y todavÃa no logro equilibrar mis horarios.
A continuación les dejo el email tal cual me llego:
Buenos Aires, 17 de abril de 2014
Queridos amigos:
Es muy triste compartir con ustedes la noticia de la muerte de Gabriel GarcÃa Márquez.
Como saben, su relación con nuestra editorial no sólo ha sido histórica sino particularmente entrañable, desde que en 1967 Sudamericana publicara en Buenos Aires la primera edición de Cien años de soledad. Desde entonces, hemos tenido el honor y el placer de publicar junto a él más de diez libros de ficción que capturaron y ayudaron a formar el imaginario de todo un continente, una obra periodÃstica de una calidad literaria y un valor intelectual extraordinarios, y un volumen de memorias en las que él mismo revisó con humor y agudeza los primeros años de vida de un Premio Nobel de Literatura que se seguÃa considerando “uno más de los dieciséis hijos del telegrafista de Aracataca”.
Hoy, GarcÃa Márquez ha muerto. TenÃa 87 años y murió junto a la mujer que amaba. Muchos de quienes trabajamos en nuestra editorial lo conocimos, y hace dos años tuve el privilegio de visitarlo en su casa de México DF y pude comprobar que su amor por Argentina, paÃs desde donde habÃa sido lanzado al mundo, seguÃa intacto. Todos, seguiremos siendo los orgullosos editores de su obra, a la que cuidaremos como uno de los tesoros que hacen de este oficio un privilegio.
Como modesto homenaje, compartimos con ustedes la carta que envió al editor Paco Porrúa, en aquel entonces editor y asesor literario de Sudamericana, y que sellarÃa la relación profesional y de amistad que nos mantiene unidos a él y a su obra desde entonces.
Cordialmente,
Javier López Llovet
Director General
Tenia mis dudas sobre si podrÃa subir esto o no, y por unos minutos pensé no publicarlo, pero querÃa que todas/os tuvieran la oportunidad de leer la carta y, ademas, siempre puedo eliminar la entrada si es que no debÃa hacerlo jajaja